2012

Presentación 2012 (30 Años Asociación)
Presentación 2012 (30 Años Asociación)

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Grupo Teatral Años 50
Grupo Teatral Años 50

HECHOS Y CURIOSIDADES ANTIGUAS Y ACTUALES EN EL VILLAR DE SOBREPEÑA

 

Llevaba un tiempo pensando en lo que quería escribir para este año...

El año pasado fue Santa Águeda, en 2010 Los Mayos y en 2009 las Enramadas, de estas tres historias ya contamos multitud de curiosidades, pero para este 2012 no buscaba un tema concreto, sino intentar contar alguna de las anécdotas o historias que continuamente llegan a mis oídos en el pueblo.

 

Seria imposible comentar todas y puede ser que esto diera para multitud de escritos, pero en estos momentos me vienen a la cabeza unas cuantas...

Algunas historias imagino que serán conocidas por la mayoría, pero con otras espero dar a conocer un poco mas nuestro pueblo.

 

Comenzaré por la campana que decora nuestra plaza, llamada “La grande” y realizada en 1699.

Se dice que, a parte de llamar a misa y marcar el paso de procesiones, entonar bautismos y bodas, también se la consideró el “reloj” del pueblo, marcando el comienzo y las paradas en la vida y en las actividades de los villariegos.

También se utilizó en los incendios, llamando a otros pueblos para que ayudaran a los vecinos del Villar a sofocar el fuego.

Pero lo más curioso de todo es que “La grande”, durante muchos veranos, fue tocada en numerosas ocasiones para ahuyentar los nubarrones, tormentas y granizos que pudieran dañar los cultivos, debido a que, como se decía, su sonido era fuerte y ronco.

La campana era tocada por el sacristán y a cambio, todos los agricultores le daban un “celemín” (unidad de medida) de grano.

 

Y es que en el Villar de Sobrepeña se ha trabajo duro y ha habido multitud de tareas y oficios.

 

Al pueblo llegaban muchos vendedores y tratantes con gran variedad de profesiones. Desde el “cacharrero” que se colocaba en “las cuatro calles” para cambiar pucheros, cazuelas, platos, ... por algo de dinero y utensilios de todo tipo a través del denominado “trueque”(incluso por zapatillas gastadas y trapos usados); a “los vareadores” (o también llamados colchoneros, como Isidoro del Villar) que se dedicaban a sacar la lana de los colchones y varearla (removerla con un palo largo para desenredarla) y así que estos volvieran a su estado inicial; o “los estañadores” que arreglaban las ollas de porcelana o las tinajas de barro, colocando pequeños alambres para unir las grietas de cualquier tipo de utensilio.

Y, sin olvidarnos de las profesiones más extendidas en el pueblo como fueron los “pastores”, “agricultores” y “canteros”, también debemos nombrar a las personas que se dedicaban “a hacer fideos” por las casas, con un aparato parecido a la maquina de hacer carne picada; o a “los navajeros de Galicia” (un padre con sus dos hijos) que vendían desde bisutería a navajas, peines o alfileres... ;o “el herrero”, con su fragua, que se encontraba en la primera casa según se llega desde Sepúlveda, y en donde se hacía desde elaborar las rejas para arar, fabricar las hoces y poner las herraduras a los machos, hasta afeitar y cortar el pelo a los mozos los sábados cobrando media fanega de trigo. “La panadera”, a la que cada cliente llevaba su palo llamado “Tarja”. Con él, se llevaba el control del pan dado a través de unas muescas que marcaban la cantidad de pan que llevaban. Con ello, las cuentas se hacían en septiembre (al final de las cosechas) ya que normalmente el panadero cobraba en fanegas (unidad de medida) de grano.

Además, muchas personas del pueblo transportaban las piedras que se encontraban en sus tierras a Cantalejo para venderlas en los mercados y así poder comprar otros productos. En el caso de mi abuelo Agustín, alguna que otra vez, compró castañas e higos para luego venderlos en el Villar (aunque como dice mi madre, muchas veces lo terminaba medio regalando).

También hubo muchos villariegos que recogían espliego y lavanda del campo para llevarlo a una casa cercana al Barrio (San Miguel de Neguera) donde tenían un alambique con el que hacían colonias y esencias.

Como dice Aurora (hija de la Señora Petra) “¡Aquí en el Villar, no parábamos de inventar!”

 

Por otro lado, no sé si por todos será conocido, que en el termino del Villar de Sobrepeña existen restos de varias caleras (“hornos” donde se quemaban las rocas para hacer cal), situadas en varios lugares como Lastra Casar, Lastra Calera, etc...

Las caleras se realizaban en lugares donde existiera madera suficiente para quemar y generar mucho calor, lo que implica que, en nuestro entorno, debían de existir antiguamente muchas zonas arboladas, y esta pudo ser una de las principales razones de su deforestación..

 

Y por último, quería comentar que, en los años 50, existía un grupo de actores de teatro de nuestro pueblo que actuaba en el Villar y por otros pueblos de la zona. Junto a estas líneas, podéis contemplar la foto con algunos de sus integrantes (cedida por Emilio Besteiro, Director del grupo de teatro)

 

De izquierda a derecha se puede ver a:

 

De pie: Felicisimo Sebastián, Jacinta Sanz, Ciriaco González, Emilio Besteiro, Santiago Gil, Venancio Martín, Carmen López, isidro Guijarro, Hildelina Guijarro, Malaquias Casado.


Sentados: Aureliano Gil, Vicenta Martín, Silvano Guijarro, Isidra Gil.

En el suelo: Tomas Gil y Víctor Gómez (Fotógrafo).

 

Este grupo amenizó los domingos de los villariegos con obras como “En el puño de la Espada”, tal como me contaba Emilio.

 

Aunque todavía me quedan muchas anécdotas y peculiaridades que conocer del Villar, espero que os haya podido sorprender algún aspecto de nuestro pueblo, un pueblo que por toda su historia y sus gentes, no sé si me parece más curioso o más querido...

 

 

                    !!! VIVA EL VILLAR DE SOBREPEÑA !!!

 

Muchas gracias Emilio por aclararme todas esas dudas.

Gracias por tu paciencia e interés.

 

Javier López Barrio

Villar de Sobrepeña                "Segovia"

 

Actualizada a 13/10/2023

    

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