Con el declive y posterior caída del Imperio Romano llegan a Hispania pueblos germánicos como Suevos, Vándalos y los más evolucionados de todos
ellos los Visigodos(1), que mantendrán parte de la cultura y sociedad romanas, constituyendo una dinastía monárquica que dominará la península hasta la
llegada árabe(2).
El cañón del río Duratón ha llamado la atención del hombre, como ya hemos visto, desde el principio de los tiempos, no sólo por los beneficios que presenta, sino
también por ese haz sobrenatural que recorre cada uno de sus riscos, proporcionando el recogimiento necesario para acercar el alma hacía un mundo místico y religioso, que atrajo
en esta época a una gran cantidad de anacoretas y sabios a su cauce. Cuevas como la de las brujas(3) , la del Gemen o la más conocida de todas , la de los Siete
Altares(4) sirvieron como cobijo para sus estudios, mediciones...
Destacaron entre estos sabios-eremitas Frutos(5) y sus hermanos Valentín y Engracia. Precisamente la subida a los altares del
primero propició la creación del priorato del mismo nombre que unido a las ermitas de sus hermanos, el convento de la hoz y San Julián comprenden las construcciones(6) religiosas que se conocen alrededor del río Duratón.
Los reinos cristianos en su avance hacia el sur y por motivos militares, se ven obligados a refortificar y repoblar las plazas reconquistadas(7) Para atraer
a los colonos, los reyes cristianos conceden a poblaciones fronterizas una serie de privilegios económicos y sociales que quedan reflejados en los fueros de comunidad y villa, el fuero breve de
Sepúlveda es el más antiguo escrito que se conoce (1076). En él quedan reflejados tanto los límites y aldeas que lo constituyen como el nombre de los infanzones dueños de la tierra.
La provincia de Segovia fue repoblada con personas procedentes del norte de la península (astures, gallegos, vascos) que se agruparon, por lo
general, en pequeñas aldeas (no más de cinco vecinos) muy cercanas entre sí, intentando aprovechar las tierras fértiles y los manantiales de agua circundantes. En el Villar de
Sobrepeña se conserva en la memoria la creencia de una procedencia cántabra.
La toponimia actual de los pueblos segovianos procede de esta época y en el término municipal del Villar de Sobrepeña hay una buena cantidad de nombres
que indican construcción (Las Casas, Casacaida, etc.). Tanto estos indicios como el recuerdo en la memoria colectiva, dan crédito real a la existencia de una serie de aldeas anejas al
Villar de Sobrepeña. Una de estas aldeas debió estar situada en la lastra casar (cerca de las escuelas), llamada "Casar de Sancho" y que probablemente se aprovecharía de agua del pozo cercano.
Otra de ellas fue "Casar de Don Rodrigo" (Casanrodrigo), nombre idéntico al de la senda que sale del Villar con dirección sureste y que estuvo situado muy cerca del linde con Consuegra. La
tradición oral, no sólo recuerda la situación de estas dos aldeas, sino también de otras, una en el lugar hoy llamado los palomares y otra cerca del enebrón. Parece ser que todas
estas pequeñas poblaciones tenían por costumbre ir a oír misa los domingos al Villar. En la entrada de la sacristía hay una inscripción fechada en el Siglo XVII, por lo que se puede pensar que
con anterioridad, ya existía una edificación religiosa a modo de capilla o cripta en la actual Iglesia.
(1) Los visigodos era un pueblo federado de Roma. Eligieron Toledo como capital y se mantuvieron como reino hasta el S.VIII. Restos de su presencia se encuentran
en el Barrio e incluso se cree que Sebúlcor fue en origen un enterramiento visigodo.
(2) Tras la batalla de Guadalete ( 711) penetraron en Hispania y se mantuvieron en ella hasta la caída de Granada ( 1492).
(3) Una creencia villariega sostiene que la bifurcación derecha de esta cueva llega hasta el Enebrón.
(4) Esta cueva guarda en su interior pequeñas hornacinas a modo de altares que se cree son visigodas aunque varios autores las han relacionado con el Neolítico y
sus totems.
(5) Patrón de Segovia, se erigió el priorato de su nombre en el lugar en el que obró el milagro de la cuchillada, por cesión de Alfonso VI a los
benedictinos de Silos en 1076.
(6) Seguramente no fueran las únicas y como ejemplo sirve el recuerdo de una ermita de paredes blancas dedicada a la Virgen de la Calleja, pasado
Molinilla.
(7) Sepúlveda, Cuéllar o Segovia entre otras plazas fueron repobladas por mediación condal (Fernán González y Asur Fernández). Pero no existiría una verdadera
repoblación hasta el reinado de Alfonso V